Definimos estos objetivos siguiendo los principios SMART, es decir, deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y definidos en un tiempo específico. Nótese que usamos una variante diferente a la establecida por George T. Doran, sustituimos asignables por alcanzables y realistas por relevantes, ya que, para nosotros, es fundamental que esos objetivos tengan impacto y nos acerquen a las metas que queremos alcanzar. Además, es fundamental que todos los objetivos cumplan este criterio porque nos obliga a dejar a un lado los objetivos aspiracionales y reducir el autoengaño y la autocomplacencia.